Mi visita al santuario de las luciérnagas en Tlaxcala fue una experiencia que nunca olvidaré. Después de caminar por el bosque durante un tiempo, finalmente llegamos al lugar donde las luciérnagas estaban en su plenitud. Las luces brillantes y titilantes de las luciérnagas crearon una sensación mágica y un ambiente muy especial. Fue maravilloso sentirme rodeada de tanta belleza natural y ver a estas pequeñas criaturas en su entorno natural. Estoy muy agradecida de haber tenido la oportunidad de vivir una experiencia tan impresionante y única en mi vida, y lo recomiendo a cualquiera que esté buscando una experiencia de viaje verdaderamente inolvidable.
